ICEBERG

He guardado mis sentimientos
en una fría maleta.
Con lenguas de fuego fueron encadenados
gruesas gotas de sangre lo aseguran
como un firme candado de acero.

Desnuda frente al espejo
he abierto mi pecho
dejando caer mi corazón
en la laguna azul
de lágrimas y melancolía.

Madrid se cruza de piernas
y tu caes rendido ante sus fauces.

En medio de mi dorso desnudo
coloco un témpano de hielo
es hora de congelar mis sentidos.
Ni una ráfaga de emociones
puede existir aqui en mi Antartida
en donde hasta el llanto se congela
y el dolor transita plácido en mis venas.

Me preguntas el porqué de mi silencio
ya de nada sirve hablar cuando se agoniza.

Yesenip.
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